Se presenta el proyecto de la obra de ampliación del Museo do Pobo Galego

Lunes, 17 Diciembre, 2018

El proyecto de la obra de ampliación del Museo do Pobo Galego, que dirigirá el Consorcio de Santiago,  se presentó esta mañana en la Biblioteca Baltar del propio Museo. En el acto, al que asistieron miembros del Consejo de Administración del Consorcio, intervinieron representantes de las tres Administraciones consorciadas: Pilar Paneque, subsecretaria del Ministerio de Hacienda; el conselleiro de Cultura y Turismo de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez; el alcalde de Santiago y presidente del Consorcio de la ciudad, Martiño Noriega; junto al presidente del Patronato del Museo do Pobo Galego, Xusto Beramendi. La encargada de presentar el proyecto fue la arquitecta de la Oficina Técnica del Consorcio de Santiago Idoia Camiruaga, coautora del mismo junto al también arquitecto del Consorcio Ramón Fernández Hermida, que serán los responsables de la dirección de las obras.

 

La ala sur del conjunto de San Domingos de Bonaval nació como sede del Estudio General de la Provincia Dominica. Entre otros usos, fue ocupada por el Colegio de Sordos desde 1864 hasta tiempos recientes. En la actualidad es sede del Servicio de Arquitectura y Etnografía de la Subdirección Xeral de Conservación e Restauración de Bens Culturais de la Xunta de Galicia. Como resultado de las obras propuestas, el Museo do Pobo Galego se va a ampliar en una superficie estimada de 1.600 m2, pues la ala sur se rehabilitará y se adaptará para acoger nuevos espacios relacionados con la actividad del Museo. La inversión global de esta intervención, que se prolongará hasta 2020 y será inaugurada en el próximo Año Santo de 2021, alcanza los 2,95 millones de euros.

 

La planta baja de esta parte del conjunto se va a destinar a exposiciones temporales. La primera planta tendrá uso de oficinas, estudios y seminarios. La segunda planta acogerá parte de la exposición permanente del museo y el bajo cubierta seguirá empleándose como almacén de pequeñas piezas.

 

El presidente del Patronato del Museo do Pobo Galego, Justo Beramendi, señaló que “éste es un proyecto que el Museo empezó a considerar hace doce años pero estuvo parado hasta que, por fortuna, lo retomó el Consorcio”. Y afirmó que “el Museo no existiría sin el Ayuntamiento de Santiago, que cedió el edificio en 1976; la Xunta de Galicia, principal sostén económico del Museo; y el apoyo de la Administración General del Estado a través del Consorcio de la ciudad”.

 

El conselleiro de Cultura y Turismo, Román Rodríguez, vicepresidente segundo del Consejo de Administración del Consorcio de Santiago, declaró que “el Museo do Pobo Galego relata la historia de Galicia hasta los años 70 y ahora, gracias a la ampliación, mostrará también la Galicia más contemporánea, la historia democrática y autonómica. Así, podrá ofrecer un cuadro completo de Galicia, un atractivo más para la ciudad y para el conjunto de la comunidad desde el punto de vista turístico, histórico y cultural”.

 

Pola su parte, Pilar Paneque, subsecretaria del Ministerio de Hacienda y vicepresidenta primera del Consejo de Administración del Consorcio, puso de relieve que “para el Gobierno de España resulta extraordinario participar en un proyecto como éste, que maravilla por su envergadura y por su valor patrimonial”. Y destacó el valor de que “varias Administraciones nos pongamos de acuerdo apostando por el Consorcio de Santiago, que nos permite vehiculizar ayudas al conjunto de la ciudad”. En esta línea, apuntó que “el apoyo del Gobierno a la ciudad de Santiago a través de él Consorcio seguirá siendo firme”.

 

El alcalde de Santiago y presidente del Consorcio, Martiño Noriega, señaló que “se ha conseguido dar viabilidad a una actuación que llevaba años parada, una prueba de que la cooperación institucional da sus frutos”. Y se refirió al Consorcio de Santiago como “lugar de encuentro y herramienta de capitalidad, que actúa como motor de la ciudad a través de la conservación del patrimonio”.

 

Las intervenciones en el edificio

 

La arquitecta Idoia Camiruaga indicó que en esta intervención, la más importante que va a acometer el Consorcio en los próximos años, se van a seguir las directrices del Plan Director del Conjunto de San Domingos de Bonaval, desarrollado por el Consorcio de Santiago como promotor, y cuyos autores son los arquitectos Celestino García Braña y Xerardo Estévez.

 

La arquitecta destacó que “en un conjunto que ha sufrido tantas transformaciones a lo largo del tiempo, vamos a intentar que la lectura de la arquitectura del edificio sea lo más limpia posible y fiel a su historia”. En esta línea, se van a hacer todas las obras necesarias para adaptar el inmueble a los usos que va a tener, dejando, en la medida de lo posible, traza de los que ha tenido desde su construcción en la década de 1650.

 

Una de las propuestas más relevantes del proyecto es la realización de un núcleo de comunicación vertical que sea útil también para el edificio principal y que sirva de enlace con el mismo. Este núcleo estará integrado por un ascensor de alta capacidad que permita mejorar la accesibilidad, siguiendo las directrices que se recogen en el Plan Director del Conjunto, y por una escalera que unirá todas las plantas del edificio. En este núcleo de comunicación se habilitarán aseos nuevos.

 

La actuación incluye la intervención en las fachadas de esta ala sur del edificio, que se van a revocar. Asimismo, se pretende mejorar las condiciones térmicas, con especial atención a las cubiertas, que también se van a someter a una renovación completa.

 

Por otro lado, se van a incorporar instalaciones de acondicionamiento térmico, fontanería y saneamiento, electricidad, telecomunicaciones, seguridad, prevención antiincendios...; imprescindibles para los usos que va a acoger la ala sur. Se sustituirá además la estructura portante de los forjados que se encuentran en mal estado o que son incapaces de soportar las cargas de uso de un museo.

 

En la obra programada por el Consorcio de Santiago se incluye la limpieza y restauración de la fachada del atrio de la iglesia de Bonaval, y de su rejería histórica.

 

Una oportunidad para conocer el edificio

 

Antes de intervenir en este edificio monumental, declarado Bien de Interés Cultural en 1912, se va a realizar una lectura arqueológica del mismo, lo que representa “una oportunidad única para saber cómo era el inmueble en sus orígenes. Podremos obtener información valiosa que servirá para conocer mejor la forma de uso del edificio desde el siglo XVII, y que se podrá incorporar al conjunto, de modo que la intervención recupere el valor patrimonial del inmueble en la medida de lo posible” –manifestó la arquitecta-.

 

Una vez finalizada la presentación del proyecto, se celebró el Consejo de Administración del Consorcio, que aprobó la planificación presupuestaria del organismo para el año 2019.